2º ETAPA GRADO-SALAS

MIGUEL escribió:
Suena el despertador en Grado. Son las 06:00 del día 7 de Julio de 2008. No puedo levantarme. A las 6:30 me lavo la cara como puedo y me bajo a desayunar. Pago la cuenta 24€ + 4€ del desayuno. Aunque no he dormido mucho, he podido descansar y lavar la ropa, que como sigue mojada la tengo que colgar de la mochila.
La verdad esto de dormir solo tiene su comodidad, pero resulta desalentador.

A las 07:15 empiezo a subir hacia San Juan de Villapañada. Por el camino me hago con algunas pinzas, pues no encuentro los imperdibles (vaya paradoja, los imperdibles perdidos). A las 07:45 llego al desvío de Villapañada, hace un día precioso, aunque todavía está húmedo y fresquito, excelente para caminar y más para subir este repecho del alto del Fresno(390m).
No me desvío hacia el Albergue y sigo subiendo hacia el Santuario de la Virgen del Fresno.

Compruebo que hay santuario y que también hay fresnos, con lo cual mi cuerpo, todavía descolocado por el madrugón, recupera la confianza en el mundo. Abro los ojos a la belleza peculiar del santuario, pero mi atención está fija en El Camino, por dónde empiezan a transitar los primeros caminantes. Primero pasa un alemán con el que ya me cruce ayer cuando dormía sobre las hierbas, fugaz, pasó como un relámpago, también hoy. No lo volveré a ver más. Pasa también David, que parece apremiado, espero que no esté impotunado por mi cháchara.
Recuperado el aliento empiezo la bajada, cruzándome con una francesa de Bretaña que en su francés cantarín me cuenta que va de vuelta, por dónde mismo la trajeron los pies. Que los Ángeles la acompañen!!! Me hubiera gustado charlar un ratito más, pero quiero alcanzar a David. Me lo encuentro un poco más allá en San Marcelo o en la Doriga, cada vez me fijo menos, me voy acostumbrando a las conchas del camino y cada vez me interesa menos la Guía.

Tras pasar el río Narcea, que es una belleza a las 11:45 llegamos a Cornellana que, al entrar, tiene una zona recreativa muy guapa, y, dónde unas simpáticas madre e hija nos servirán un rico café y nos regalarán unas magdalenas (las tendremos en cuenta en nuestras oraciones).
En Cornellana, que se ve un pueblo muy cuidado y hermoso, paramos para desayunar un rico bocata de “chosco” que es como un embutido de costillas y pimentón choricero, parecido al “boticho” de León. Compro unos Kompeed en la Farmacia, porque me vienen molestando las plantas de los pies, hay que atajarlo antes de que sea tarde.

Al salir de Cornellana hay un Monasterio que creo que se llama del Salvador, grande y bien cuidado. Me dijeron que hay un albergue, tal vez en otra ocasión. Como quiera y aunque se me acuse de impío, aproveché los escalones del “Cruceiro” para quitarme botas y calcetines y acomodarme los parches. Aliviado y confortado por la presencia y el canto de los pajarillos sigo mi recorrido. Creo que ya he hecho la mitad, unos 10 Km..
David siguió por delante y yo me lié con unas obras de la autopista, siguiendo por la carretera, en pleno rodaje de los parches...A las 12:00 me paro en Sobrerriba y un paisano me informa del sendero que debía haber tomado. Es igual, ya vuelvo a estar bajo la protección de las concha, y lo que es mejor, me doy cuenta de que para encontrarse no hay nada como perderse primero.

Entro en una senda de castaños que parece de sueños, la Guía sigue en contra de este tipo de senderos. Una fuente de agua helada me refresca y tonifica. Allí, profunda y recogida en lo más umbrío del monte no puede ser mejor regalo para el Peregrino.
A las 13:00 llego a Llamas, dónde hay una gravera y una pista que camina paralela a los maizales y a la carretera. La verdad es que es una bendición la belleza plana de este lugar, pero ya se sabe: “ La cabra tira p’al monte”. Al finalizar la pista, encuentro a David con las patas en remojo en una charca de agua helada. Me invita al remojón y yo no me hago de rogar. ¡¡¡Mi madre!!! Está helada. Los pies se me han quedado congelados en el primer intento. Los dejo revivir y lo intento otra vez y otra. Poco a poco se tonifican y agradecido por el bálsamo me dejan de molestar.

A las 14:00 cogemos una pista por Casazorrina que nos conduce hasta Salas. No sé si es por la hora, por el hambre o por lo cansados, pero ni miramos cómo es Salas. Vamos directamente hasta el comedero. Nos recomiendan Casa Menéndez, nombre muy asturiano, donde daremos cuenta de un pote asturiano, que lleva unas legumbres que parecen guisantes, pero que no juraría yo que lo son. Luego, después de repetir de la olla generosa, nos traen un filete de rica carne a la brasa con papas, flan de queso (que está coj...)y café, Total 10€. Un prodigio.

Como todas las noticias que tenemos del Albergue de Salas son malas, decidimos ir hasta Godán.

Hay que desplazarse del Camino unos 3 Km, pero después de esa opípara comida ¿quién tiene miedo?. Son las 16:00 y el Sol casca un poco fuerte.
La verdad que valía la pena, la “casi” hora que nos hemos echado en venir.

El Albergue de Godán está precioso, es una casa de piedra nueva, limpia, y cuidada por Balbina, a la que no veremos en persona, pero que “por sus obras la conoceréis”. No se cobra nada pero dejamos 10 € de donativo
En el libro de visitas todos cantan las bondades del albergue, diciendo que no lo hay mejor, y, la verdad, aunque duela, es que así es.

Como estamos solos David y yo podemos cantar, entrar, salir, lavar, pasearnos en ropas menores. También en el Albergue, la cena íntima nos dará oportunidad de compartir sentimientos, valores y creencias. No me había engañado mi corazón, David es un gran muchacho, preocupado por sus semejantes, lleno de amor y respeto, muy volcado en el servicio y en el cuidado de los demás. Me explica que aunque trabaja de camillero en el Hospital y que no estudió, siente que es capaz de ayudar con la esperanza, con la firme convicción de sus creencias, con el amor que generosamente entrega desde su corazón, así, aunque puede que lo regañen por no centrarse en su cometido, administra reiki y mucha energía sanadora a todos los que Dios pone en su camino.

Bendito seas David. Buenas noches