martes, 8 de julio de 2008

3º ETAPA SALAS-TINEO


Despertada en Godán. El canto de los pajarillos nos despierta a las 06:30 en el Albergue de Godán. De un humor excelente nos tomamos alguna cosilla y recogemos los trastos. Ha sido una noche deliciosa la que pasamos en Godán. Te llevamos en el corazón.






07:15 Salimos para Salas, con la intención primera de tomar un café y sellar la credencial.
Salas tiene un casco histórico muy interesante, que ahora, con las primeras luces está hermoso. En él están montando un mercadillo, que seguro estará muy animado.
Pasamos por el Albergue de Salas para sellar y no encontramos a nadie. Nos felicitamos de haber ido hasta Godán, el albergue de Salas es pequeño y poco acogedor, se agradece mucho la hospitalidad que brinda, pero, ya se sabe, las comparaciones son odiosas.
Tomamos café en un bar muy ambientado, desde hoy y en adelante, cada mañana, nuestras salidas coincidirán con las de los toros en los encierros de San Fermín, claro que nosotros no tenemos que cornear a nadie, pero el tramo nuestro es mas largo que el de Pamplona.










Un amable Guardia Municipal sella nuestras credenciales, mientras descubrimos un patio (que parece un típico patio canario de La Orotava), que está ubicado en un Hotel. Tampoco parece mal sitio para descansar (Pobre Godán, a todo hay quien gane...).






A las 09:00 empezamos la subida y nos tropezamos con alguien que sube con un paso atlético y decidido, tanto, que al principio pensamos que es un deportista y no un Peregrino, porque lleva una mochila pequeña. Como parece tomar la misma ruta que nosotros (la de las conchas, claro), lo abordamos. Es peregrino, se llama Antonio, viene de Cuenca y con gran amabilidad nos dice que está tratando de evitar la compañía, que necesita de la soledad y que ya le ha costado trabajo esquivar a algunos de sus amigos que querían acompañarlo. Como quiera que ha dado con un pesado como yo, no me dejo amilanar tan fácilmente y empiezo la batería de preguntas, que, como quiera gustosamente conviene a contestar. Es profesor de Filosofía en Extremadura, pero nacido en un pueblo de La Mancha conquense, cerca de Mota del Cuervo. Como mi pueblo de nacimiento está muy cerca del suyo, y además trabajé un año en Tarancón, en mi calidad de medio paisano me sigo haciendo el confianzudo y emprendemos una conversación que pronto buceará en la Metafísica, a pesar de la tremenda subida que nos deja sin aliento. Como yo no me callo ni bajo el agua, menos cuando calo que hay una conversación interesante, y la de este hombre lo es, sigo aunque sin resuello. Cuando, en un repecho, paro para tomar aire, Antonio sigue. No sé si piensa librarse de mí, yo desde luego no se lo voy a hacer fácil.



Son las 10:00 Pasamos por Porciles, Bodenaya y por fin en La Espina . Desayunamos.
Nos encontramos de nuevo a Antonio que, sentado en un lavadero- abrevadero, con un rico porche, fresco y húmedo, está deleitándose viendo a un chavalito que, con una máquina de empacar, está haciendo, cual araña, unos capullos preciosos con los que guardan la hierba, para tener heno para “les vaques” en el invierno. Comentamos que lo que hoy hace el chaval en un momento necesitaba de 10 personas bregadas, mucho esfuerzo y mucha sidra. El sitio no sólo nos gustó a nosotros, al parecer una “pita de calella” (gallina callejera), había hecho su nido en el umbrío y acogedor lugar.
En una encrucijada nos encontramos con Joan, al que David ya conocía por haber pernoctado en San Juan de Villapañada. Ayer durmió en Salas y no habla muy bien del Albergue, David dice que le esperaba en Godán, como a los otros, pero que no aparecieron. Joan, que es de Barcelona y se ve un muchacho agradable y afectuoso, se está dando un homenaje con un “chosco” que compró más atrás y nos comparte con gusto. Seguimos caminando, luego lo veremos y compartiremos el gusto por la Botánica, ya que Joan estudió Jardinería en Reus (cosa que compartimos), y es su profesión habitual, así que por el Camino vamos reconociendo distintas especias arbóreas: Chopos, Castaños, Hayas, Fresnos y Avellanos, que le sorprenden, pese a haberlos reconocido. Es que haber vivido en Reus y no conocer los avellanos tendría delito.
A las 11:30 seguimos hasta El Pedregal, donde tomamos café y conversamos con los paisanos en Casa Conxu, estos tienen una “nietita” que es una preciosidad y que los tiene “babayandose”. A mí también se me cae la baba.
Poco antes de entrar a Tineo nos ventilamos unos “culines” de sidra. Cuantos recuerdos me trae esta sidra y estos lugares. Cuantas emociones despierta en mí esta “tierrina” a la que estuve vinculado por la carne y los vínculos del matrimonio durante tantos años.
A las 15:00 entramos en Tineo. Nos acoge Rafael, el hospitalero. Es un tipo vacilón, de mirada inteligente y penetrante, zumbón y bromista. No puedo eludir entrar en un duelo de vacilones, donde perderé sin remedio, pero a manos de un gran contrincante.
Desde que aparece Joan y Rafael oye que ronca, el vacilón seguirá con Joan, que amable y sosegado como es, se lo toma muy bien.
Antonio no aparece por el Albergue, creo que se ha ido al Hotel.
Rafael tiene todo muy bien montado, se nota que le gustan las cosas bien hechas y ordenaditas, para gran satisfacción mía, que soy de su cuerda. Desde luego (vuelven las comparaciones) no es la casona de Godán, pero el carácter de Rafael le imprime un algo que la hace muy especial.
A las 16:00 nos vamos a comer al Restaurante Pajulón, es un poco tarde, pero el propietario nos acoge y nos reconforta con una sopa de cocido que es un primor, un plato de carnes y legumbres del cocido con todo a pedir de boca.
Luego nos trae un trozo de pollo asado con ensalada, que nos comemos porque somos peregrinos y por no quedar mal con el señor, que, acogedor como es, mantiene con los Peregrinos una agradable y sabrosa conversación. Nos recetaremos además un postre de galletas como tiramisú, vino gaseosa y café por 8€, por si alguien no cree en los milagros, creo que éste es uno de los más evidentes.
No le hace falta propaganda, pero se la hacemos

Rodriguez garcia - bar Mesón Pajulon . 985800496 Del Viso, s/n -33870 - TINEO - ASTURIAS

A las 17:00 con el trabajo hecho “Barriguita llena, corazón contento”, nos volvemos al Albergue. Lavada de ropa y distendida conversación con Rafael en un patio delantero que tiene una mesa con bancos y desde donde se ve el paisaje. Conozco a Luis, cántabro, hombre recio, fuerte y curtido, que viene haciendo El Camino en bicicleta, es otro veterano del Camino. Trabaja en Santander en la Solvay, fabricando productos químicos, podíamos emprender una bonita y animada conversación sobre la química, pero me parece que tanto él como yo estamos más interesados en la Naturaleza, en la pesca. Se confiesa “raquero” y recuerde con orgullo y afecto los viejos tiempos de carestía, de pequeño pescando con su padre. Le brillan los ojos cuando recuerda estas historias. Aunque no parece muy piadoso, Luis es muy respetuoso y tiene, en su discreción, un profundo conocimiento de la obra de Dios.
Conozco a Ives, un bretón de bronce, que a sus sesenta y tantos años (por lo menos, ya que se acaba de jubilar), empezó a caminar el 19/05/08, es decir, que lleva 51 días de pateo, desde el Monte Saint-Michel.
Hay que cubrir el diario y aprovecho un ratito en este patio tan acogedor.
Rafael que sabe que saldremos a tomar unos culines me confía las llaves y el encargo de cerrar el albergue y no abrirle a nadie. Recibo ese honor (de Arcángel a Arcángel es normal) y me convierto en custodio de ese recinto sagrado, al que, sólo los ronquidos, lo harán algo más secularizado.
Nos vamos a tomar unos culines de sidra, en el Mesón Pajulon, claro!!!. Allí el dueño nos ilustrará sobre las costumbres de la sidra, la perspectiva del servicio y nos deslumbrará con un “parato” que escancia la sidra con un motorcillo y que nos deja alucinados. Viva la tecnología!!!, aunque pierde algo del pintoresquismo, entendemos que por 2€ tener al camarero atendiéndonos para escanciar es un poco abusivo.
Seguimos disfrutando de anécdotas y charlando con este gran tertuliano, hasta que suenan las campanadas. Las Cenicientas-Peregrinos se tienen que recoger, con los ojos chispeantes de sidra, más sabios, más alegres, más cansaditos.
Joan, como ronques esta noche te botamos al raso a dormir. Hasta mañana

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